Cuántas horas al día desperdiciamos dando vueltas a temas que no merecen tanta atención. Cuántos momentos se nos escapan de las manos por no saber disfrutar de las cosas.
Es hora de parar. En serio, párate un momento, reflexiona. Saca papel y bolígrafo, nada de escribir en las notas del móvil, y pon una debajo de otra las cinco cosas que para ti son más importantes en la vida.
¿Has hecho ya la lista? Bien. Ahora en el otro extremo de la hoja apunta las cinco cosas que para ti son prescindibles, o mejor, en las que crees que no haces bien invirtiendo tu bien más preciado.
Por último, haz un cálculo del tiempo total que inviertes en cada columna.
Si el resultado es que utilizas más horas en llevar a cabo la primera lista, ¡enhorabuena! Y por favor, déjanos un comentario con el secreto porque queremos llevarlo a cabo.
Y si por el contrario, la suma del tiempo es más alta en la segunda columna… ha llegado el momento de cambiar, y el momento es ahora.
Como ves, hoy no hemos hablado del jamón, ni del lomo, ni siquiera del salchichón, pero después de hacer nuestra lista nos ha parecido más importante compartir este revelador experimento con vosotros.
Aunque si lo pensamos bien, este artículo trataba de la importancia de disfrutar, y eso para nosotros es sinónimo de un buen plato de ibéricos sobre la mesa.